Maduro vs Capriles: una pelea desigual

Capriles-Maduro

No me digan, señores y señoras simpatizantes del chavismo, que las elecciones que se celebrarán mañana en Venezuela se realizan en igualdad de condiciones y que por ende no tienen tacha.

No pueden decirlo cuando Henrique Capriles Radonski, el candidato de la oposición, se enfrenta a un  gobierno que usa sin pudor los recursos del estado para favorecer la campaña del presidente en funciones Nicolás Maduro.

No pueden decirlo cuando los medios de comunicación estatales le dan una escasísima cobertura a los discursos de Capriles mientras difunden in extenso los discursos del abanderado del oficialismo y heredero de Hugo Chávez.

No pueden decirlo cuando miles y miles de chavistas son transportados a los actos electorales de Maduro en autobuses de empresas del estado.

No pueden decirlo cuando el Ministro de Petróleo y Minería Rafael Ramírez alista a los trabajadores de la estatal Pdvesa a favor del candidato oficialista y lo reconoce sin ambages.

No pueden decirlo cuando el Ministro de la Defensa, almirante Diego Molero, proclama inconstitucionalmente que la Fuerza Armada Nacional no le fallará a Chávez y en tono amenazante asevera que “le daremos en la madre a los fascistas”.

No pueden decirlo cuando hay venezolanos que sienten temor de que si votan por Capriles de alguna forma lo sabrá el gobierno y perderán las dádivas que hoy reciben.

Unos comicios no pueden ser enteramente libres y democráticos cuando una de las partes compite con tanta desventaja. 

Nicaragua y Venezuela en dos momentos electorales de la Cuba castrista

“Perdimos Nicaragua”, me dijo una mujer consternada, con aire de duelo, en el correo del Ministerio de Comunicaciones de La Habana el 26 de febrero de 1990. En la víspera, Daniel Ortega había sido derrotado por Violeta Chamorro en unas elecciones presidenciales en que había partido como favorito.

La señora tenía tipo de funcionaria, de militante del Partido. “Perdimos”, se quejó. Como si Nicaragua hubiera sido pertenencia nuestra alguna vez. La frase en tono grave buscaba simpatía conmigo. La oficiala suponía que un cubano cualquiera como yo compartiría su desazón. El lamento recorría las filas castristas, como un eco del Jefe Máximo.

Nicaragua había sido hasta entonces muestra de que en América Latina se podía aplicar con éxito la plantilla creada por Fidel y su revolución. Una guerrilla izquierdista, el Frente Sandinista, había desalojado del poder a un corrupto dictador de derecha. Su líder, Daniel Ortega, exhibía un discurso redentorista y antimperialista. Para más parecido con Cuba, el hermano del presidente era Ministro de Defensa y la enseña partidaria, un calco de la bandera del 26 de julio.

Sin embargo, el reino de Ortega era más que imagen y semejanza del castrismo. En buena medida, era su creación. De la isla le habían llegado armas y asesores militares – antes y después de la rebelión contra Anastasio Somoza – y un ejército de civiles enviados a colaborar en la obra social prometida por el sandinismo.

En un tiempo en que uno a uno caían los aliados del este europeo, aquellos de amistad “eterna e indestructible”, ver partir a un discípulo tan cercano era doloroso. Ortega había pagado caro por no escuchar consejo. La herida se curaría dieciséis años después con el regreso de Ortega por la vía de las despreciadas urnas. Sus adversarios políticos, incompetentes y desunidos, le habían abierto el camino a la presidencia. Y ahí continúa, con el patrocinio de la Venezuela chavista, valedora que garantiza la lealtad de una masa clientelar.

Fidel Castro pasaría de la aversión contra el concepto de elecciones pluripartidistas a su aceptación tácita -al menos fuera de Cuba- al ver que su hijo putativo Hugo Chávez las ganaba por amplio margen en Venezuela. De aconsejar a Ortega no someterse al escrutinio de las urnas, a instar al bolivariano a no perder los comicios presidenciales del año pasado, so pena de un “arrase general” de la oposición. Lo asustó con el espectro de Pinochet y el paciente de cáncer, convencido de su misión trascendente, se sometió al rigor de una campaña electoral acortando tal vez los pocos meses que le quedaban de vida.

Ahora, el heredero de Chávez se apresta para su elección. Las encuestas predicen que Nicolás Maduro se impondrá con el capital político que le dejó su maestro. Es el sucesor que le convenía a los Castro: un fervoroso devoto del difunto presidente moldeado ideológicamente en las escuelas del Partido Comunista Cubano. Su hombre en Caracas.

La Cuba castrista, que debe en gran medida su supervivencia a Chávez, no tendría entonces nada que temer. Todo indica que durante los próximos seis años continuará el oxígeno que representan los casi cien mil barriles diarios de petróleo venezolano. Maduro depende demasiado del aparato de inteligencia cubano y, para mantener el barco de la República Bolivariana en el mismo rumbo que hasta ahora, necesita de las decenas de miles de militares y civiles que envían de la Isla.

Las elecciones que se avecinan en Venezuela no tendrán mayores repercusiones en Cuba, al contrario de las que separaron temporalmente del poder a los sandinistas en Nicaragua en 1990. En La Habana sí estarán muy pendientes del porcentaje que alcanzará el candidato del chavismo. Un número menor de votos que los alcanzados por Chávez en octubre pasado haría sonar la alarma. Ese sería un mal comienzo para un mandato que se anuncia incierto.

Irónicamente la Cuba que no celebra elecciones multipartidistas tiene parte en ellas a través de sus aliados allí donde sus intereses están en juego. Para el castrismo, en su expansionismo y dependencia, Nicaragua era una cuestión más bien moral, ideológica. Venezuela, por el contrario, es un asunto vital.

Chávez y el frenesí de Granma

Raúl Castro despide a Hugo Chávez. Foto de Granma


El diario oficial cubano Granma perdió cualquier resquicio de respeto por sí mismo. No sólo incumple con su deber de informar verazmente sobre los problemas del país, un notorio defecto de nacimiento; ahora publica sin recato los más disparatados artículos que parecieran escritos por un escolar de secundaria básica con ánimo de obtener un buen aval político. Véase si no la reseña de la partida de Hugo Chávez de La Habana este lunes 4 de julio. La crónica sobrepasa las propias marcas de exageración y el ridículo del «órgano oficial del Partido Comunista» cuando se trata de ensalzar a las altas figuras del gobierno de la isla.

Bajo el título La bella noche de Chávez, la articulista se refocila en los más encendidos elogios para el presidente de Venezuela, enfermo de cáncer, lo que no menciona por su nombre en ninguna parte. Los párrafos pudieran tener la categoría de antológicos en el anal de la adulonería impresa en nuestro país.

Según Granma, Hugo Chávez es un Bolívar de nuestros tiempos, indispensable para coronar los festejos del bicentenario de la independencia venezolana. Nos enteramos también que el presidente es «ganador de un combate interior del que trataron de tomar ventaja sus enemigos, alejados ya de toda condición humana».

Chávez, por sus propias palabras, no ha vencido al cáncer pero el diario lo da como un hecho. Y que se sepa, sus opositores no son menos humanos por exigir información sobre el estado de salud del presidente ante el secretismo inicial o denunciar los graves problemas del país.

Granma asegura además que los adversarios políticos de Chávez «fueron rechazados por una fuerza tan múltiple y centelleante como la población del firmamento, y que no se expresa en términos numéricos, sino en calidad de afectos, en «razones amorosas».

Sin proponérselo, la autora da la razón a los críticos de Chávez cuando califica al mandatario como «el hijo pródigo de una Patria Grande que se extiende desde donde la simiente Maya alimenta el polvo, hasta las Tierras del Fuego».

El significado de la frase «hijo pródigo» que nos viene de la parábola bíblica es «aquel que desperdicia y consume su hacienda en gastos inútiles, sin medida ni razón». Oops!

El desatinado escrito termina así:

«El Comandante Hugo Chávez llegó a su tierra natal con la melodía del vals La bella noche de Maiquetía en los labios y fue un arrullo su canto madrugador, no para adormecer, sino para despertar a la América toda, y anunciar que, desde ningún abismo, «por ahora» y para siempre, ocupa su lugar en la lid de los justos, como un cadete más».

Nada más contradictorio: ¿Es un cadete o es un Bolívar de nuestros tiempos?

Si yo fuera Juan Manuel Santos

Es la predicción más fácil que cualquiera habría podido hacer. De hecho, la hice yo en esta página hace menos de un mes, el 22 de julio. Veía venir un encuentro de Hugo Chávez con el entonces presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, el hombre al que el mandatario venezolano consideraba su archienemigo (Chávez bate tambores de guerra).

Y así fue. Chávez y Santos se reunieron ayer en la ciudad colombiana de Santa Marta para hablar de las FARC, la mayor espina entre las relaciones de Venezuela y Colombia. Allí el mandatario venezolano negó nuevamente que su gobierno apoye a la guerrilla, a la que pidió que abandone la lucha armada. No sólo eso, Chávez pareció resignarse ante la presencia militar de Estados Unidos en territorio colombiano, seguramente después de recibir garantías de Santos de que ello no implica una amenaza para Venezuela. Al cabo del encuentro, Chávez restableció las relaciones diplomáticas con Bogotá con la misma facilidad con la que las rompió hace unas semanas.

El compromiso de Chávez a no permitir grupos armados colombianos en Venezuela no habría sido posible sin que Colombia presentara su denuncia ante la OEA. El presidente saliente Alvaro Uribe también añadió presión al llevar el caso contra la República Bolivariana y el mismo Chávez ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya por violación de los derechos humanos a manos de la guerrilla. Aunque Uribe lo hizo a título personal, es posible que haya tenido la anuencia de Santos. Tal parece que los colombianos conocen bien ya los resortes que deben mover para lograr sus objetivos.

Santos se llevó mucho más de lo que esperaba pero si yo fuera él tomaría con sano escepticismo los acuerdos con su vecino e insistiría en que observadores internacionales, preferiblemente de las Naciones Unidas, trabajen con la comisión que se estableció para vigilar la frontera entre los dos países. Lamentablemente en el caso que le ocupa, ni retórica ni firmas son garantías para evitar otra crisis.

Declaraciones de Hugo Chávez

Chávez bate tambores de guerra

El presidente de Venezuela Hugo Chávez rompió las relaciones con Colombia, a la vez que dejó entrever la posibilidad de una guerra entre los dos países. Le ofenden las pruebas presentadas por Colombia ante la Organización de Estados Americanos, OEA sobre la presencia de de las FARC en territorio venezolano. Según el embajador de Colombia ante la OEA, Luis Manuel Hoyos, 1500 guerrilleros están istalados en 87 campamentos en Venezuela.

Todo calumnia y falsedad, al decir del representante venezolano ante la OEA, Roy Chadderton.

Las acusaciones de que las FARC tienen a Venezuela como base no son nuevas pero parece que el presidente saliente Alvaro Uribe y su sucesor Juan Manuel Santos, que asume el cargo dentro de dos semanas, han perdido la paciencia. No es para menos. Durante años han asestado golpe tras golpe a la narcoguerrilla descabezándola y limitando seriamente su capacidad operativa. Sin embargo, no podrán ganar si los combatientes de las FARC marxistas encuentran amparo en un país vecino cuyo gobierno sustenta una ideología afín.

El rompimiento de relaciones no es una medida inteligente para resolver el diferendo pero ese es Chávez, que además dice no temer a una guerra con Colombia. Es posible que, como lo hemos visto tantas otras veces, no pase mucho tiempo antes de que el presidente de Venezuela le baje el fuego a su retórica y se muestre conciliador, invitando a un «encuentro de hermanos» a Santos.

Es difícil visualizar un conflicto armado entre Venezuela y Colombia que a nadie conviene. Lo que sí parece es que habrán años de tensiones entre los dos países, tantos como Chávez esté en el poder.

Las FARC, ETA, España, Venezuela y Cuba


El grupo separatista vasco ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – las FARC – habrían colaborado para realizar atentados contra el actual presidente Alvaro Uribe y otros funcionarios y políticos colombianos de visita en España, según las acusaciones presentadas por el juez español Eloy Velasco. El caso involucra a seis militantes de ETA y siete de las FARC, como informa hoy El País.

Velasco señala en el auto de procesamiento que hay indicios de que el presunto jefe del colectivo etarra residente en Venezuela, Arturo Cubillas Fontán, mantuvo importantes contactos con las FARC. El militante vasco está casado con una funcionaria del gobierno de Hugo Chávez y habría ostentado un cargo en el Ministerio de Agricultura venezolano. Cubillas figura en la lista de los acusados cuya entrega deben gestionar las autoridades españolas ante Venezuela y Cuba.

En el pasado, el gobierno de Cuba ha admitido que miembros de ETA se han refugiado en la isla aunque insiste en que no se les permite conspirar desde territorio cubano. Esta vez las acusaciones presentadas por el juez Velasco indicarían lo contrario. Según el magistrado, dos etarras que residen en Cuba habrían construido armas que intentaron probar en Venezuela.

Potencialmente este es un caso que podría complicar las nada cómodas relaciones de Cuba con España. Sin embargo, lo más probable es que el gobierno de Rodríguez Zapatero haga lo posible para que no se llegue a extremos. De por medio está el delicado asunto de las inversiones españolas.

Mucho más seria se perfila la situación con Venezuela. Es previsible que haya una andanada de contraacusaciones de Chávez sobre una supuesta campaña del presidente de Colombia Alvaro Uribe y Estados Unidos a la que se presta el España. A ellas responderá la cancillería de Moratinos con prudente silencio y gestos conciliatorios.

Al juez Velasco le será difícil, sino imposible, llevar ante los tribunales a todos los presuntos conspiradores. El proceso legal que ha iniciado tiene unos límites infranqueables impuestos, en parte, por la menguada influencia de España en América Latina.

Update

Un comunicado de la Cancillería de Venezuela rechaza las acusaciones presentadas por España a las que califica como «tendenciosas». Sin referirse a él por su nombre, señala que Cubillas Fontán está en Venezuela debido a acuerdos entre el presidente venezolano Carlos Andrés Pérez y el primer ministro español Felipe González. Sin embargo, el documento no desmiente los supuestos contactos de Cubillas Fontán con las FARC.

Venezuela: ¿por qué se fue el vicepresidente Carrizalez?

«Motivos personales», se dice oficialmente. «Cubanos», de forma extraoficial.

Ramón Carrizalez, un antiguo aliado del presidente Hugo Chávez, renunció a sus cargos de vicepresidente y ministro de Defensa la semana pasada. También dimitió su esposa, Yubirí Ortega, como ministra de Medio Ambiente.

Según vox pópuli (ese río que tantas veces suena y muchas otras trae), Carrizalez no habría aceptado la presencia de militares cubanos en el alto mando de las Fuerzas Armadas.

Sea verdad o no, el comentario del momento que recorre Caracas refleja un malestar entre muchos venezolanos contra Cuba y los cubanos del que ya hablé en este blog.

Muchos se preguntan si la desconfianza de Chávez en su propia gente lo está llevando a apoyarse demasiado en Cuba. Como dice un amigo sudamericano: «Mira por donde…»

Venezuela: estudiantes ponen fin a huelga de hambre

De la cadena de televisión venezolana Globovisión:

El estudiante Julio César Rivas confirmó que desde este martes se levanta la huelga de hambre protagonizada por los estudiantes frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), al haberse cumplido los objetivos planteados, luego de la visita de una comisión del organismo regional.

«Es nuestro regalo de esperanza para quienes han sufrido abusos a los derechos humanos. Tengan la certeza de que esta huelga de hambre hoy concluye con sus objetivos conquistados. Este es un ejemplo de que con convicción podemos lograr los objetivos por más difíciles que parezcan. Invitamos a la unidad, a que logremos el rescate de los valores y los principios democráticos», dijo.

Explicó que en reunión con los tres integrantes de la comisión, los estudiantes pudieron entregar informes y documentos para informar sobre la situación de los derechos humanos en el país.

Reveló que la OEA se comprometió a difundir un comunicado oficial redactado por el secretario de la organización, José Miguel Insulza, sobre la situación de los derechos humanos en el país. Al mismo tiempo, Rivas informó que Insulza visitará el país en el 2010.

«El propio secretario va a hacer una visita a finales de enero o principios de febrero. Tendrá conversaciones tanto con el Estado como con organizaciones civiles. En enero, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hará un informe sobre la situacion de los derechos humanos en Venezuela», concluyó.

Ver: entrevista con Julio César Rivas.

Venezuela: estudiantes mantienen huelga de hambre – Entrevista con Julio Rivas –

Más de 30 estudiantes universitarios venezolanos mantienen una huelga de hambre frente a la oficina de la OEA en Caracas para exigir que el gobierno del presidente Hugo Chávez permita una visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a Venezuela. La protesta comenzó el pasado 21 de noviembre. Uno de los huelguistas es el líder estudiantil Julio César Rivas quien recientemente estuvo 22 días en la cárcel y es juzgado por «incitación a la guerra civil». En entrevista para este blog, Rivas rechazó los argumentos de Chávez para no autorizar una investigación de los funcionarios de la OEA.

El principal motivo de la huelga es exigir que el gobierno venezolano permita la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA a Venezuela. ¿Es esta una reivindicación realista?

La democracia representativa se fundamenta en el respeto a los Derechos Humanos y la Independencia de los poderes. La lucha por los derechos humanos es fundamental en un país como Venezuela, donde sistemáticamente el gobierno venezolano viola el estado de derecho, arremetiendo con cárcel y muerte a la disidencia, apropiándose indebidamente de la propiedad privada, cercenando la libertad de expresión y permitiendo muertes extrajudiciales en total impunidad. La visita de la CIDH es para nosotros la garantía de que un organismo internacional, al cual Venezuela está adscrito, pueda avalar in situ las denuncias que hemos venido formulando.

El gobierno objeta la visita de la comisión porque, según afirma, su secretario general, Santiago Cantón, apoyó el golpe de Estado de abril de 2002. ¿Tiene motivos o no para prohibir el trabajo de una comisión que de entrada podría serle adversa?

No tiene motivos. La presidenta de la CIDH es una Venezolana, representante del gobierno de Chávez y el relator designado para Venezuela es Sergio Piñeiro, un representante de Brasil. El gobierno de Honduras estando presidido por Micheletti, quien es públicamente atacado por Chávez y su gobierno, permitió la entrada de la CIDH, aún cuando ésta es presidida por una venezolana que critica y condena públicamente su gobierno.

¿Qué significaría en la práctica la visita de esa comisión?

Una garantía de que avalaremos por una comisión internacional las graves violaciones de Derechos Humanos que se cometen en el país, una garantia de que todos estos crímenes no queden impunes.

¿Tendría en cuenta el gobierno venezolano las recomendaciones de la comisión?

No lo creo, pero esto quedaría registrado y no se podrá escapar de la justicia.

¿Por qué exigen la visita de una comisión de la OEA y no de la ONU, por ejemplo?

Es un organismo más accesible, que ya tiene la petición de entrada al país y que tiene una buena cantidad de expedientes de los casos que denunciamos, pero hemos enviado la comunicación al secretario general de la ONU, a Amnistía Internacional y en las próximas horas a la Unión Europea.

¿Creen que hay voluntad política en la OEA para convencer al gobierno de Venezuela de la conveniencia de una visita de su comisión de derechos humanos?

Sí, la CIDH y el propio Secretario General José Miguel Insulza han expresado preocupación por lo que sucede en Venezuela y sus deseos de venir a constatar lo que aquí sucede.

Esta es la segunda huelga de hambre que realizan estudiantes universitarios venezolanos. ¿Por qué la primera de ellas no logró su objetivo?

Sí logró su objetivo, el primer objetivo era mi libertad, el otro era que viniera la comisión o que una comisión imparcial pudiera llevar los expedientes a la CIDH, fui parte de esa comisión que llevó los expedientes a la CIDH.

¿Creen que cuentan con el respaldo de la mayoría de sus compañeros?

Somos más de 30, 31 en total, y de 12 regiones del país, apoyados por los representantes legítimos de las universidades y dirigentes de los grupos juveniles más fuertes.

¿Tienen el apoyo de la oposición?

Tenemos el apoyo de las personas que sienten que este gobierno ha violado sus derechos humanos, según una encuesta realizada por CIFRAS, en Caracas un 64% de los caraqueños está de acuerdo con la huelga como medida de presión.

En círculos del oficialismo se dice que con esta huelga ustedes intentan buscar méritos a los ojos de la oposición para presentarse en las elecciones legislativas de 2010. ¿Tiene alguno de ustedes la intención de postularse como candidatos para esos comicios?

Esta generación tiene intenciones de asumir las riendas del país, utilizando todas las herramientas que nos brinda nuestra constitución, esta lucha es por exigir respeto a los derechos humanos fundamentales en una democracia, luego cuando sea el momento adecuado lucharemos por conquistar los espacios de poder político.

Tú saliste recientemente de la cárcel por haber participado en una manifestación contra la ley orgánica de educación. ¿Cuál fue tu experiencia en prisión?

Estuve en una cárcel aislada, de máxima seguridad. Lo que más se arraigó en mi fue la capacidad de entender que cuando una lucha por principios y valores, no hay reja que pueda doblegar nuestras ideas.

Una crítica al "socialismo del siglo XXI"

«Desde una perspectiva económica, el socialismo del siglo XXI ha fracasado en mejorar significativamente el nivel de vida de la mayoría de las personas que son seguidores de Chávez. La recesión mundial ha servido para exponer muchas de las contradicciones inherentes de la «revolución» de Chávez». Tal es la conclusión de un artículo que publica The Huffington Post.

Sus autores, Daniel Wagner and CJ Redfern, se apoyan en datos del Fondo Monetario Internacional, el FMI, que muestran indicadores económicos insatisfactorios (producto interno bruto, inversiones directas, inflación) para Venezuela desde que Chávez llegó al poder. Las cifras más positivas están en la reducción del desempleo (debido al crecimiento del sector estatal) y el aumento de las exportaciones de petróleo. Según Wagner y Redfern, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua exhiben por lo general resultados desfavorables cuando se les compara con Brasil, Argentina, Chile y Colombia.

Es una lectura recomendable.

Sobre Chávez, Carlos el Chacal y los palestinos

Causa revuelo y preocupación en estos días que Hugo Chávez confiese su admiración por un asesino convicto como Carlos el Chacal y sangrientos dictadores como Idi Amin y Robert Mugabe. Nadie sabe cual es la lógica del presidente de Venezuela al declarar sus simpatías por personajes tan nefastos, a menos que sea generar polémica. Todo, según dicen, para alejar la atención de los problemas internos y externos del país.

Chávez puede resultar molesto incluso a aquellos que dice defender. Por ejemplo, mi amiga, la periodista Jana Beris, cree que el presidente le hace un flaco favor a la causa palestina al recordar que el terrorista Carlos trabajó para la OLP.

Con su permiso, reproduzco aquí un artículo que escribió para Semanario Hebreo.

MENUDO FAVOR LES HACE A LOS PALESTINOS
Por Jana Beris, Jerusalén

Aún no lo tenemos claro: ¿querrá ayudarlos o humillarlos en público? No es seguro cuál es la verdadera intención del Presidente de Venezuela Hugo Chávez, cuando habla de la causa palestina. Conociendo su línea anti-israelí, que parece ser en su caso la cara pública de un no siempre disimulado antisemitismo, el lector u oyente promedio de los diarios y noticieros, puede estar seguro de que Chávez defiende los derechos palestinos y desea su bien. Pero a nuestro modo de ver, el resultado es otro.

Es que no parece, conociendo al Presidente palestino Mahmud Abbas, que le caiga muy bien que quien sostiene defender a los palestinos, salga hablando loas de “Carlos, el Chacal”, el terrorista venezolano condenado en Francia a cadena perpetua, diciendo que “no fue un terrorista sino un luchador revolucionario, de la Organización para la Liberación de Palestina”.

“Carlos”, a quien Chávez ya llamó en otras ocasiones de “amigo”, recibe nuevamente la explícita defensa del presidente venezolano. Es que a Chávez no le molesta, evidentemente, que el terrorista haya sido hallado culpable de varios atentados con bomba, asesinatos y captura de rehenes.

Por eso ni mencionó los crímenes por los que fue enviado a prisión: las bombas que se sospecha que colocó en un tren que iba de París a Toulouse y en la sede parisina de un periódico en árabe, ambos casos en 1982, así como otros ataques con explosivos a trenes, el 31 de diciembre de 1983. Ni muchos otros de sus actos.

Las discrepancias entre Israel y los palestinos son aún numerosas. Las mutuas críticas entre el Presidente Abbas y el Premier Netanyahu, no han desaparecido. Pero independientemente de sus mutuas recriminaciones, la sensación es que Abbas comprende que no le favorece en absoluto que su lado, el palestino, sea el identificado abiertamente con el terrorismo, con figuras como “Carlos”.

Recientemente, en un interesante encuentro que tuvimos con el Director de la Bolsa de Valores palestina en Nablus, Ahmed Aweidah, éste se quejó de que “la prensa nos presenta en general con la imagen de víctimas o de terroristas”. Su mensaje era que ,en su cargo actual, exhortaba a empresas a invertir en la Bolsa de Nablus “porque van a ganar, no para darnos una limosna”. Con el mismo espíritu, sostenía que la solución estaba en un acuerdo negociado con Israel. Admitía que parte de la responsabilidad por la imagen de la que él mismo se quejaba, era de los propios palestinos, por su actitud.

Seguramente también Abbas lo entiende.

Menudo favor les hace Chávez a los palestinos cuando sale a defender a Illich Ramírez Sánchez como “luchador con la OLP”, al mismo tiempo que se pregunta retóricamente si en lugar de un “caníbal, como pensábamos”, el dictador ugandés Idi Amin Dada “no habrá sido un patriota”. Hasta de Uganda ya salieron a protestar. No era para menos…

Sería interesante saber qué habrá pensado Chávez al oír que en su visita a Brasil, el Presidente palestino dejó un recado para Ahmadinejad, amigo del presidente venezolano, que llegaba allí este lunes. Es que no fue un mensaje entre aliados, en absoluto. En realidad, fue un pedido al anfitrión, al presidente Lula Da Silva: que hable con el presidente iraní para que deje de apoyar a Hamas, la organización terrorista que gobierna Gaza.

Según el Departamento de Estado norteamericano. Irán proporciona entre 20 y 30 millones de dólares anuales a Hamas, además de otras sumas a grupos menores (la mayor, claro, es la dada a Hezbolá, 10 millones de dólares por mes).

Esto deja todo en evidencia, pero por las duda, aclaremos: Chávez no apoya “la causa palestina”, un término que nosotros, a pesar de las discrepancias con muchos de sus planteamientos, interpretamos como búsqueda de un estado independiente, que pueda vivir en paz junto a Israel. Lo que Chávez apoya es a los enemigos de la paz: a Hamas que se sigue oponiendo al proceso de paz, y a Irán, que lo financia.

Menudo favor les hace a los palestinos….

Lula y Chávez entre «los más poderosos»

Lula y Chávez

La revista Forbes publicó una lista de los hombres, y mujeres, con más poder en el mundo, «els que tallen el bacallà» (los que cortan el bacalao), al decir de una inefable ex colega catalana.

Como era de esperarse, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama ocupa el primer puesto, seguido por su homólogo chino, Hu Jintao. De tercero viene Vladimir Putin, el hombre que manda en Rusia.

El dinero no está lejos: los fundadores y dueños de Google, Sergey Brin and Larry Page, están en quinto lugar, por detrás de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, el banco central estadounidense.

El primer latinoamericano entre los poderosos es el multimillonario mexicano de origen libanés Carlos Slim Helú. Su fortuna, calculada en 35 mil millones de dólares, lo coloca en el sexto puesto del ranking de Forbes. El segundo representante de la región es el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien se ubica en el lugar 33.

No sorprende que un narcotraficante mexicano, Joaquín Guzmán, quien dirige el cartel de Sinaloa, sea el número 41 de la nómina, muy por encima del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en el puesto 67.

Según los redactores de la lista, esta se fundamenta en las siguientes preguntas: ¿tienen influencia sobre muchas otras personas? ¿controlan relativamente grandes recursos financieros? ¿Son poderosos en varios sectores?

El compendio, que no pretende ser la última palabra de quienes ejercen el poder en el mundo, tiene el error fundamental de echar en un mismo saco a políticos, multimillonarios y hasta el mismo Papa Benedicto XVI. ¿Cómo puede cuantificarse así el poder?

En lo que sí acierta Forbes es en destacar a Lula y Chávez como los latinoamericanos más influyentes; dos ejemplos de lo que está mal y está relativamente bien en América Latina.

América Latina según Oliver Stone

Stone and Chavez

El director estadounidense Oliver Stone presenta hoy su nuevo documental, South of the Border (Al sur de la frontera), en el Festival de Cine de Venecia. Se trata de un largometraje de 75 minutos cuyo tema es exponer porqué América Latina se ha inclinado a la izquierda en los últimos diez años.

Stone habla con Hugo Chávez, que es indudablemente el protagonista de la cinta, Raúl Castro, Evo Morales, Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Rafael Correa, Fernando Lugo y Luiz Inácio Lula da Silva. El realizador tiene un acceso privilegiado a Raúl Castro, quien muy pocas veces concede entrevistas, y a los esposos Kirchner, conocidos por evitar las preguntas de la prensa internacional.

No es la primera vez que este prolífico cineasta se interesa en América Latina. En 1986 dirigió Salvador, una película de ficción sobre un periodista que cubre la guerra civil en ese país centroamericano. Dieciséis años más tarde, en 2002, filmó Comandante, una larga entrevista con Fidel Castro a la que seguiría, en 2004, Looking for Fidel.

Esta vez Stone se propone derribar lo que él considera como los mitos tejidos por el gobierno y los medios de prensa de su país sobre el presidente Chávez y sus aliados. Para ello cuenta con testimonios de primera mano de los más interesados y material que explica sus motivos.

Raúl dice que no es padrino de los gobernantes de izquierda, Cristina elogia a Evo, Evo critica a Estados Unidos, Correa alude a la falta de objetividad de la prensa norteamericana, Lula afirma que no quiere enfrentamientos con Washington. Evidentemente, no hay nada nuevo en este documental.

Esta es América Latina en versión simplificada de Oliver Stone. No dudo que se refiere a verdades históricas, en lógica de «de aquellos polvos salieron estos lodos», pero lo hace desde un lente que no capta los matices de una realidad mucho más compleja.

Mi encuentro con Hugo Chávez

Hugo Chavez

Un mínimo intercambio de palabras y dos o tres horas de observar las personas que lo adoran me bastaron para entender un poco más a Hugo Chávez.

Fue en París, durante una entrevista que el presidente de Venezuela dio al servicio en inglés de la BBC. Yo era uno de los periodistas, productores y camarógrafos que asistimos a su encuentro en un elegante hotel en el centro de la ciudad. Ya sabíamos que no había ninguna posibilidad de que diera una entrevista a BBC Mundo porque a la oficina de prensa del presidente le interesaba una mayor difusión de sus declaraciones, a través del canal de televisión BBC World y del Servicio Mundial de Radio en lengua inglesa.

Mi función era asistir al presentador con la traducción, coordinar con la delegación presidencial y hacer una edición de la entrevista para BBC Mundo y el programa de radio en español que por entonces todavía existía.

Cuando llegamos al vestíbulo del hotel, nos encontramos con una buena cantidad de entusiastas partidarios de Chávez, con camisas y boinas rojas y banderas venezolanas. Algunos eran tal vez residentes en Francia pero otros parecían recién llegados de Venezuela. La espera, como suele ocurrir cuando se trata de entrevistas de este tipo, fue larga. El mandatario había pasado más tiempo de lo previsto en alguna de las actividades de su visita.

Mientras algunos de mis colegas se impacientaban, yo traté de no perder detalle de lo que pasaba a mi alrededor. En medio de los seguidores de Chávez, periodistas, huéspedes y empleados del hotel, una mujer trigueña con uniforme de camarera intentaba escuchar las conversaciones, yendo de un lugar a otro con un paño que pasaba sin convicción por las mesas. Su ademán no era de empleada, era de militar.

Después de las incómodas medidas de seguridad que siempre tienen mucho de aspaventosas, nos permitieron subir a la habitación donde se realizaría la entrevista. Al poco tiempo, no sé cómo aparecieron junto a los funcionarios de la oficina de prensa de Chávez y los militares alguno que otro partidario del presidente, entre ellos una mujer mestiza y de baja estatura.

No puedo olvidar a la señora, que vestía una camiseta con la imagen de su héroe. Con determinación, me preguntó: «¿quién se va a encargar de los micrófonos del presidente?». Le dije que nuestros camarógrafos lo harían. «Ah, es que yo soy quien siempre se los pone», me respondió con un tono de decepción.

Chávez llegó finalmente a la pequeña habitación del hotel en la que por motivos de espacio sólo podían estar él, su entrevistador, los dos camarógrafos y algún que otro edecán y agente de su seguridad. Su traductora, la comitiva presidencial, los productores de la BBC y yo estaríamos en la pieza contigua. A esas alturas yo había acordado con la intérprete que solo tradujera ella por conocer mejor que nadie el discurso del presidente.

Antes de iniciar la entrevista, Chávez abrió la puerta para saludarnos. Cada uno de nosotros se presentó diciendo de donde era. Cuando me tocó mi turno le dije que era cubano y con un apretón de manos, serio y mirándome fijamente me preguntó: «¿de dónde?». Le contesté que era de la provincia de Holguín.

«Ahí hemos estado», me dijo Chávez e hizo como si quisiera recordar el propósito de la visita.

A cada uno de nosotros dedicó al menos una o dos frases. A una colega nacida en Escocia le preguntó: «¿Y dónde dejaste la falda escocesa?»

Al finalizar la entrevista, el presidente no olvidó despedirse de nosotros con un «los esperamos en Caracas», una invitación que extendió mirando a la colega escocesa.

Podría decirse que fueron gestos pensados pero me parecieron espontáneos. La imagen que me llevé de ese fugaz encuentro es la de un hombre capaz de establecer comunicación fácilmente con los demás, aún cuando se sea ajeno a su discurso político. Dirán que es el toque del populista pero una cosa es verlo de lejos y otra de cerca.

La pasión de sus seguidores, como la mujer cuya realización personal era ponerle o sujetarle el micrófono, explica también a este hombre, tan seguro de su misión.

De Hugo Chávez tengo ese recuerdo. Tampoco se me olvida el caro perfume que llevaba.

Chávez vs Uribe – Estado de opinión

Hugo Chavez 25 agosto

No se sabe ya qué pensar.  Hemos estado en esto tantas veces y tantas otras todo pareció arreglarse.

El presidente Hugo Chávez anunció una ruptura inminente de las relaciones con Colombia.

Chávez se siente amenazado por el pacto de su contraparte Álvaro Uribe con Estados Unidos que permite a las fuerzas armadas estadounidenses el uso de bases militares en territorio colombiano.

El mandatario venezolano dijo:

«Hay que preparar la ruptura de relaciones con Colombia (…) eso va a suceder».

«Ahora nos acusan a nosotros de injerencia (…). ¡Qué Gobierno tan cínico, tan inmoral! (…) Vayámonos preparando porque esa burguesía colombiana nos odia y ya no hay aquí posibilidad de un retorno o un abrazo, esas siete bases yankis son una declaración de guerra contra la Revolución».

«El estado colombiano no está interesado para nada en que se acabe el narcotráfico, ese es un ‘narcoestado’, Colombia tiene una ‘narcoeconomía’ que se puede demostrar en cifras».

Se diría que Chávez ataca antes de ser atacado; en foros regionales, quiero decir.

Hoy, precisamente, el gobierno de Uribe denunciará en la OEA lo que califica de injerencia venezolana en los asuntos internos de Colombia.

Las autoridades colombianas sospechan que Chávez apoya activamente a la guerrilla de las FARC.

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Las tensiones han hecho que aumente el sentimiento nacionalista en Colombia, más que en Venezuela, donde, como se sabe, hay una profunda división entre partidarios y opositores de Chávez.

En Colombia, se han caldeado los ánimos como indican estos comentarios de lectores del diario El Tiempo.

(a) este payaso ya es hora de ponerle el tatequieto

…desde su cloaca salio lo que solo puede salir, amenazas de un desequilibrado mental y hormonalmente, pero en bollos y no de los costeños, el mismo arepero que lloro como viuda novata cuando le dieron el golpe de estado por pocas horas, desafortunadamente, … venezuela, el pais de las mises, no merece tener a semajante corroncho de presidente

Aja, chavez y porque no rompes de una?? y cual es la amenazadera? y porque no rompes con estados unidos? y porque no rompes con la corrupcion de tu partido? y porque no rompes contigo mismo, y porque no rompes la sutura mal cogida en tu cerebro?

La mejor noticia que puede recibir colombia. es mejor saber que no tenemos ningùn vìnculo con un estado totalitario, que rompe relaciones unilateralmente por el hecho que otro estado como colombia no comulga con sus polìticas absurdas provenientes de cuba, pais al que tenemos que culpar de todos nuestros problemas de insurgencia y òrden pùblico

 En Venezuela, donde todavía hay libertad de prensa con limitaciones, El Universal recoge estas reacciones:

Como que a apoyar a la guerrilla colombiana pasándole armas de última tecnología no es una declaración de guerra para Chacumbele… En fin, pura cortina de humo que pasará en una semana y será noticia de ayer porque se Hugo le terminará cayendo a besitos a Uribe en cualquier cumbre otra vez.

A todos los hermanos colombianos les pido que entiendan que la gran mayoría del pueblo venezolano no apoya a chávez, realmente lo que nos da es pena, lo que ocurre con este señor es que se montó en el coroto y ahora no sabemos como salir de él.

 Otro diario venezolano, El Nacional, trae opiniones similares y una a favor de Chávez:

 …no solo las reslaciones diplomaticas y comerciales entre los 2 paises se deben acabar, tambien se hace necesario una politica migratoria que elimine la mala migracion de ese pais hacia el nuestro y en definitiva nos permita a los Vzlnos de una vez por todas sentir que estamos realmente en Vzla…

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Las opiniones, algunas lapidarias y de indudable gracejo popular, dicen más que cualquier análisis.

Probablemente este conflicto de palabras no se convertirá en algo más siniestro.

 Hay demasiado en juego para que la sangre llegue al río.

Y como en una telenovela, los personajes principales se las arreglan para permanecer en la trama a base de los giros más absurdos.

Venezuela: una foto que no miente

Venezuela ataque periodistas

 

La imagen es deprimente.

Al menos cuatro individuos, partidarios del presidente Hugo Chávez, atacan con puños y palos a uno de los periodistas que este jueves protestaban en Caracas contra la Ley de Educación, aprobada por un Congreso de mayoría progubernamental horas más tarde.

Los reporteros repartían folletos en la vía pública cuando los atacantes se les acercaron gritando consignas como «revolución» y «esta calle es del pueblo».

Varios de los periodistas agredidos recibieron atención médico debido a la fuerte golpiza.

El presidente Hugo Chávez dijo hace unos días, en el estilo que lo caracteriza, que ningún país del mundo puede competir con Venezuela en libertad de expresión.

Si es así, no parece que sus mismos partidarios se han enterado.

La agresión que sufrieron estos trabajadores de prensa pone en entredicho las palabras de Chávez.

Uno se pregunta quien coordina y fomenta los desmanes de los grupos de simpatizantes del presidente.

El penoso incidente de este jueves en Caracas es una señal más de que la transformación de la sociedad venezolana que desea Chávez viene acompañada de una gran dosis de intolerancia.

Nada más basta ver esa foto.

Sobre Irán, Venezuela y Pakistán


Tres noticias a destacar

En Irán, el ex candidato presidencial reformista Majdi Karrubí anuncia que seguirá protestando contra el gobierno iraní.

En una entrevista con el diario español El País , Karrubí cuestiona la legitimidad de los comicios y culpa a Ahmadineyad por la crisis.

Por otro lado Karrubí, quien quedó en tercer lugar en las disputadas elecciones presidenciales de junio pasado, aclara que está de acuerdo con el sistema político iraní.

A pesar del tono desafiante de Karrubí, no hay en sus declaraciones nada que indique una estrategia clara a seguir por parte de la oposición.

En Venezuela, un grupo de partidarios del presidente Hugo Chávez, dirigidos por la activista de izquierda Lina Ron, atacaron la sede del canal Globovisión, que tiene una postura crítica del mandatario venezolano.

El incidente puede verse aquí:

http://www.eluniversal.com/video/index.shtml?v=8qgzcmiz2jna

Según el diario El Universal, se ha dictado orden de detención contra Ron, quien en el pasado participó en la toma del Palacio Arzobispal de Caracas para protestar contra la jerarquía católica por su supuesta oposición a la política del presidente Chávez.

El ataque a Globovisión se produce después de que Chávez ordenara el cierre de 34 emisoras venezolanas.

En mal momento le viene al presidente el incidente que protagonizó Ron, a quien él ha calificado de «La Incontrolable».

La preparación de una ley de «delitos mediáticos» y el cierre de las radioemisoras ya le han sumado críticos al presidente en el exterior.

Uno se pregunta qué gana Chávez con esa campaña.

Si algo había que reconocerle, aparte de que ganó todas las elecciones a las que se presentó, era que respetaba la libertad de expresión.

Finalmente, en Pakistán la minoría cristiana continúa su luto por el asesinato de ocho personas de esa comunidad a manos de una turba de musulmanes enardecidos por el rumor de que se había profanado El Corán.

Seis cristianos murieron quemados y otros dos fueron tiroteados en la localidad de Gojra, en la provincia de Punjab.

Las autoridades han arrestado a 100 personas por el ataque, el tercero contra cristianos de Pakistán en solo un mes.

La comunidad cristiana, que constituye menos del 5% de la población, se queja de la falta de protección contra los extremistas islámicos.

A pesar de que hay un ministerio que debe velar por el respeto de los derechos de las minorías religiosas, los cristianos son frecuentemente acusados de profanar el libro sagrado musulmán o la figura del Profeta Mahoma.

En realidad, las acusaciones sirven en muchas ocasiones para zanjar disputas personales.

La protección de las minorías, como lo demuestra también la violencia contra los musulmanes chiítas y los hindúes, no es una prioridad para el gobierno pakistaní.

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